Sin darse cuenta, usted puede estar gastando más de lo que debería en cosas como café, chicles, empanadas y otras más. Acumuladas, hacen un hueco enorme en sus finanzas.
Quién no se ha preguntado alguna vez, ¿en que me gasté la plata de un momento para otro? Pues la respuesta es fácil. En los gastos hormiga. Son tan pequeños que usted los cree inofensivos, pero la verdad es que pueden llegar a ser una plaga para sus finanzas personales.
Así que a la hora de comprar productos como cigarrillos, gaseosas, revistas, cafés, propinas, salidas a comer con los amigos o suscripciones de pago entre otras cosas, piénselo dos veces. No decimos que se prive totalmente de los pequeños gustos del día a día, pero sí que aprenda a llevar un presupuesto para saber cuánto de sus ingresos puede destinar a esto.
El primer paso para controlar los gastos hormiga es tener conciencia del dinero y reconocer que nosotros somos los responsables de darle un buen uso. De esa manera no lo perderemos de vista. El segundo es ponerse metas claras, especialmente si está en modo ahorro.
Al momento de calcular sus gastos, considere las deudas y aparte una cantidad para el ahorro (que podría surgir precisamente de la cancelación de los gastos hormiga que actualmente lleva a cabo).
El problema con esto es que actividades como los viajes, la pensión, la educación y la vivienda requieren de un esfuerzo mucho más a largo plazo, por lo que no esperar resultados al poco tiempo y evitarse la tentación de gastar lo ahorrado es uno de los mayores retos.
Fuente: Finanzas Personales