Reconocer que no se sabe todo sobre un tema es una de las mejores lecciones que hay que aprender en cuanto al dinero. Es una de las conclusiones de Carl Richards, especialista certificado en planeación financiera y autor de los libros “La brecha conductual: maneras sencillas de dejar de hacer cosas tontas con su dinero” y “El plan financiero de una página”. En el blog “Su dinero” del diario New York Times, hizo algunas reflexiones útiles sobre la relación entre la humildad y el manejo adecuado del dinero.
A partir de un ejemplo cotidiano todos pueden aprender de la importancia de ser humilde, en cuanto a cuidar sus finanzas se refiere. Tan sencillo como recordar aquel chico que estaba al lado de la clase de geometría y que alzó la mano para hacer la pregunta, de la cual todos creían conocer la respuesta, y todo terminaba con murmullos y alguna que otra risa por parte de los demás compañeros de clase. Pues ese estudiante que se arriesgó a preguntar lo que otros ya sabían, probablemente fue el más humilde, aunque otros creyeran que era un tonto. Y en cuanto al dinero, tener humildad es una estrategia muy astuta.
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El chico que alzó la mano podría ser hoy Warren Buffet, quien a sus 86 años reconoce que utiliza un 80% de su tiempo en leer y pensar. ¿Para qué hace eso? Para aprender las cosas que todavía no sabe.
Si alguien como Buffet, quien es uno de los más reconocidos inversionistas millonarios del mundo, reconoce que todavía tiene mucho por aprender, entonces ¿en dónde quedan los que creen saberlo todo? Es por eso que de vez en cuando, conviene dejar de pensar de esa manera, dejar de lado el orgullo y levantar la mano para preguntar.
Un caso particular
Sucede todo el tiempo con asesores, expertos en productos financieros, comerciales y toda clase de personas que viven del día a día económico. Sencillamente se sientan con las personas a dar toda la información y por pena, por no quedar mal o simplemente por el afán de continuar con su trabajo, se termina firmando un contrato o adquiriendo un servicio, sin entender muy bien de qué estaban hablando.
El mismo Richards, quien es escritor y su esposa, quien tiene un título en Finanzas, cayeron en esa tentación de hacerse pasar por expertos. En alguna ocasión, un asesor les habló de un producto y mientras mostraba cifras, resultados, gráficos y toda clase de soportes, prefirieron guardar silencio, en vez de hacer alguna pregunta tonta. En realidad, no hay pregunta tonta, sino tonto que no pregunta.
“Mientas la humildad es una virtud en todos los aspectos de la vida, en lo que tiene que ver con las decisiones importantes sobre el dinero, sirve como una especie de capa de protección. En lo relacionado al dinero, no existen las preguntas tontas.”
Fuente: Finanzas Personales