Podría especularse que los gobiernos de derechas están de acuerdo con la ignorancia económica del pueblo y así el ciudadano no conozca formas más cercanas a la economía social. O que, por un legado izquierdista, ciertos sectores rechacen estos conocimientos en temas económicos para mantener la dependencia de “papá Estado”.
Sabemos que los altos poderes del estado están muy unidos a las grandes empresas y que los cargos se intercambian o hasta incluso se comparten entre estos. Y si se identifican tanto por qué no pensar que mantener a los ciudadanos ignorantes económicamente hablando, resulta mejor para poder manejar precios e impuestos a su antojo y para su beneficio propio.
Las finanzas son una rama de la economía y la administración que estudia el intercambio de capital entre individuos, empresas o Estados, con la incertidumbre y riesgo que estas actividades conllevan. Se dedica al estudio de la obtención de capital para la inversión en bienes productivos y de las decisiones de inversión de los ahorradores. Está relacionada con las transacciones y con la administración del dinero.
En ese marco se estudia la obtención y gestión, por parte de una compañía, un individuo, o del propio Estado, de los fondos que necesita para cumplir sus objetivos, y de los criterios con que dispone de sus activos; en otras palabras, lo relativo a la obtención y gestión del dinero, así como de otros valores o sucedáneos del dinero, como lo son los títulos, los bonos, etc.
Las finanzas personales son la aplicación de las finanzas y sus principios a una persona o familia en su deseo de realizar sus actividades con la mejor distribución de dinero. Así, deben reconocer cómo ocupar sus ingresos en educación, salud, alimentación, vestimenta, seguros, lujos, transporte. Se deben tener en cuenta los ingresos, los gastos, los ahorros y siempre estableciendo los riesgos y los eventos futuros.
Parte de las finanzas personales son los cheques, las cuentas de ahorro, las tarjetas de crédito, los préstamos, las inversiones en el mercado de valores, los planes de jubilación, los impuestos, y otros.
La tasa de interés representa un valor de intercambio entre el precio del dinero al día de hoy en términos del dinero futuro; afecta directamente el consumo, el comercio y la inversión. Al subir la tasa de interés el consumo y la inversión disminuyen; al bajar la tasa de interés aumentan por el estímulo que representa pagar menos intereses.
La inflación es el proceso económico que consiste en un aumento continuo de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y, por lo tanto, de una pérdida del valor del dinero para poder adquirir esos bienes y servicios. La inflación tiene un impacto directo sobre la tasa de interés: puesto que la inflación reduce el valor del dinero, a mayor inflación, mayor es la tasa de interés necesaria para compensar a un ahorrador por prestar dinero al vecino.
La relación entre tasa de interés, consumo e inversión es utilizada por los diseñadores de políticas macroeconómicas para manipularlos influyendo en el crecimiento económico, empleo e inflación: para disminuir la inflación inducen un aumento en las tasas de interés; cuando quieren aumentar el empleo, inducen su disminución.
Fuente: Agencia NOVA