Aprende a administrar tu dinero en la universidad y tendrás más para gastar en las cosas divertidas
Hacer presupuestos suena aburrido, pero no tiene que serlo. El mejor presupuesto – y el que es más probable que respetes – es simple y fácil de ejecutar, dice Mayotte. No necesitas balancear tu chequera cada mes (¿las personas aún hacen eso?) o contar cada centavo. Hay muchas aplicaciones que pueden hacer más fácil la administración de tu dinero.
- Conoce los movimientos de tu dinero. Las personas que hacen presupuestos por lo general lo hacen de forma mensual, pero tiene más sentido que los estudiantes desarrollen un plan de gastos alrededor de cada periodo académico. Para empezar, suma el dinero que esperas tener para el semestre. Probablemente sea “bastante”. Podrías tener una cantidad de ahorros o reembolsos de ayuda financiera (este es el dinero que queda después de que los préstamos, becas y subvenciones se han aplicado a tu colegiatura, hospedaje y cuotas) al principio del semestre y algún ingreso regular de tus padres o un trabajo.
- Registra tus gastos. A continuación, descifra cuánto gastas en un mes común y corriente. Mira tu tarjeta de débito, tu cuenta bancaria y tarjetas de crédito a lo largo de los últimos meses para ver a dónde se está yendo tu dinero y que artículos de alto costo aparecen. Una vez que veas en qué has estado gastando tu dinero, te podría sorprender cuánto gastas en cosas que no son necesarias.
- Identifica tus necesidades y deseos. Ahora viene la parte difícil: categoriza tus gastos en dos listas, necesidad vs. deseo. Las necesidades son cosas básicas como ropa, renta, artículos para la escuela, alimentos y transporte. Los deseos: boletos para conciertos, el segundo café latte con soya del día, cerveza y ese boleto de avión para el spring break. Pero no siempre es claro cuándo una necesidad es un deseo. Necesitas comer, pero ¿estás gastando mucho en pizzas a domicilio en lugar de usar tu plan de alimentos en la cafetería de la escuela? Quieres irte a casa durante el fin de semana pero ¿tomaste el tren que es más caro o compraste un boleto barato de autobús?. Deberías desarrollar un fondo para emergencias en tu presupuesto de necesidades para que tengas algo extra en caso de que algo grande suceda, como necesitar una reparación de tu auto.
El punto de hacer un presupuesto no es evitar que gastes dinero en cosas que no son esenciales. En lugar de esto, se trata de asegurarte de que tus necesidades estén cubiertas primero para que sepas cuánto te queda para las cosas divertidas. Una buena regla de oro: mantén tus gastos discrecionales (deseos) en 15% o menos de tu presupuesto mensual, dice David W. Mullins, un planeador financiero certificado en Richlands, Va. “Esto permitirá un poco de diversión mientras mantienes una disciplina sobre tus gastos”.
Fuente: El Diario