1. Lleva un registro de gastos
Si en algún momento fuiste de los que gastó sin control y sufrió por ello, ahora debes aprender a ser disciplinado. Toma nota de todo lo que gastas durante un periodo de tiempo, por ejemplo un mes. Así podrás detectar posibles fugas de dinero y las podrás remediar a tiempo.
2. Ahorra
Se acabaron los días en que gastabas todos tus ingresos mensuales. Piensa en “guardar pan para mayo” y empieza a ahorrar. Con un buen registro de gastos podrás calcular mejor qué desembolsos son indispensables y cuáles no. Ese es el primer paso para ordenarte y ahorrar.
3. No gastes más de lo que ganas
Si en el pasado gastaste más de lo que ganas, entonces seguramente te han acechado las deudas. Procura que eso no vuelva a ocurrir y sé disciplinado.
4. Sé prudente
Si ya estás ahorrando no caigas en el error de usar tu dinero en cosas que no son prioritarias. Dale un propósito a tus ahorros y recuerda que estos son más eficientes si los utilizas para educación, vivienda o una emergencia.
FUENTE: PQS