Emprender implica riesgos, pero no por ello es necesario renunciar a esta actividad
- Toda idea de negocio parece perfecta en la mente del futuro emprendedor, pero no siempre lo es al pasar a la realidad.
- Aspirantes a emprendedores, pequeños empresarios y estudiantes con una idea de negocio en mente deben saber cómo anticipar los riesgos.
- Aprender a fracasar y sobreponerse es fundamental para emprender, pues aunque se lo intente no todos los riesgos pueden evitarse.
Hace años tenés la misma idea en mente, un negocio propio que te permita ser tu jefe y trabajar de lo que tanto te gusta. Con el paso del tiempo la idea se ha perfeccionado, pero aún no te sentís lo suficientemente seguro como para lanzarla al mercado.
Hay un aspecto que te asusta sobre emprender: la posibilidad de fracasar.
Si es así, deberías saber que los riesgos forman parte del emprendimiento, que aunque intentes evitarlo las amenazas pueden estar siempre presentes al crear y administrar una empresa. Esto ocurre a todo emprendedor que decide crear su proyecto y enfrentarse a la competencia, las perspectivas de futuro y las cambiantes demandas de sus clientes.
Sin embargo, tomando las precauciones adecuadas, es posible adelantarse a los riesgos del futuro y dar vida a un emprendimiento más seguro. Para que lo logres, te señalamos algunos consejos de utilidad:
Planificá:
No dejes todas las ideas en tu mente, pasá a la siguiente etapa y registralas en un cuaderno o documento de texto, donde puedas revisarlas y modificarlas constantemente. Esta pequeña planeación de tu emprendimiento debe incluir aspectos como:
- Lo que querés lograr.
- Tus metas a mediano y largo plazo.
- Lo que estás dispuesto a arriesgar.
Pero además, es importante que incluyas algo así como la filosofía que guiará tu emprendimiento, para tenerla a mano en caso de perder el rumbo.
Investigá el mercado:
Solo así podrás saber qué hace la competencia, y lograr una verdadera disrupción con tus ideas. Además, te permitirá anticiparte a los principales problemas que tus competidores enfrentaron, y conocer si tu idea realmente es tan única como pensás o todavía necesita un giro.
Diseñá una imagen de marca:
Pensá con claridad qué es lo que querés transmitir a tus clientes, competidores y futuros empleados. Tenerlo claro te ayudará al momento de tomar otras decisiones, que puedan impactar de forma directa en tu imagen de marca.
Todas las empresas son vulnerables a factores comunes, como la fuga de talentos, la falta de dinero o las bajas inversiones. Aunque lo intentes, no podrás evitar todos los riesgos del futuro en tu emprendimiento, pero sí anticiparte a aquellos que se vinculan con la organización y planificación para evitarlos de antemano.
Además, en la era de la tecnología, es importante que consideres los riesgos de tu producto o servicio en un futuro automatizado. Si vas a crear algo que en apenas unos años puede ser reemplazado, quizá lo mejor es que cambies de idea.
Fuente: Universia.net