Cuando a los ecuatorianos se les pregunta si ahorran, el 84% responde que sí, aunque sea un poquito. Y si se les consulta si tienen un fondo de ahorro para emergencia, el 81% dice que sí. Pero al repreguntar si podrían afrontar una emergencia que les costara unos $ 1.000, el 56% responde que no.
Son datos de una encuesta realizada a 5.000 ecuatorianos en 2013 por la empresa Aval, que lleva adelante la campaña de educación financiera de Mutualista Pichincha. La empresa considera que los datos revelan que los ecuatorianos conocen lo importante que es ahorrar pero no lo hacen un hábito: la gente tiene un sobre optimismo en el manejo de las finanzas personales, conoce su importancia y cree que lo hace bien; sin embargo, en la práctica se demuestra lo contrario.
La Encuesta de Ingresos y Gastos 2012 (última existente) indica que el 58,8% de hogares tiene capacidad de ahorro, y el 41,1% de hogares tiene mayores gastos que ingresos.
Tener un presupuesto de gastos personales es el primer paso. Mutualista Pichincha ve importante dejar excusas: “no me alcanza” o “el próximo mes empiezo” y que el ahorro tenga una meta (estudios, bienes o viajes) y destinar una cantidad específica mensualmente.
Pablo Dávila, experto de CTC Consultores que participa en el proceso de Educación Financiera con el Banco Internacional, aconseja hacer un presupuesto mes a mes con cuatro rubros: ingresos fijos y variables y gastos posibles de evitar e imposibles de evitar. En tres meses, la persona puede tener una visión clara. Si descubre que sus ingresos son menores a sus gastos es el momento de hacer recortes tanto en los gastos posibles de evitar (salidas, compras suntuarias, comida afuera) y optimizar los imposibles de evitar. También se puede buscar cómo aumentar ingresos.
Y con las cuentas en azul se debe tener un fondo de ahorros de ingresos de un 5% para emergencias, 10% para gustos de la familia y un 10% para el retiro de vejez.
Hay que tomar en cuenta que las cuotas de pago de deudas de la persona no deberían sobrepasar el 40% de los ingresos mensuales. Es bueno llevar la contabilidad de las cuotas que faltan por pagar.
Fuente: El Universo