Educación financiera

¿Qué es la educación financiera?

Dar una buena educación financiera consiste en enseñar conceptos, lenguaje, productos financieros y estrategias útiles, con la finalidad de desarrollar las habilidades que se requieren en la toma de buenas decisiones, construyendo, así, el camino del éxito en las finanzas.

La educación financiera facilita las elecciones, puesto que genera las estructuras mentales necesarias para evaluar riesgos y considerar las ganancias potenciales; es decir, para saber poner en una balanza las condiciones positivas y las negativas de una situación y decidir los pasos a seguir con bases sólidas.

Por medio de la educación financiera se puede planificar el futuro, elegir los mejores instrumentos financieros y estar siempre al tanto de lo que ocurre en el mundo que nos rodea.

¿Dónde/cómo/cuándo se aprende?
Empecemos por el dónde y el cómo.

La educación financiera se toma en todas partes, se aprende en muchos lugares diferentes, comenzando por:

El hogar/la familia: El manejo de las finanzas en la familia, se aprende tanto de manera consciente como inconsciente. La forma en que los padres y hermanos mayores manejan los aspectos económicos de sus vidas, deja una huella a los integrantes más pequeños de la familia.

Si se inculca el ahorro, el cuidado del dinero, el disfrute de sus beneficios y se habla de las decisiones financieras en familia, en la mente de los hijos se genera aprendizaje duradero. Una familia puede mantener sus finanzas sanas cuando establece comunicación entre sus miembros.

En la escuela: Ésta es el segundo lugar donde los niños aprenden a tomar sus decisiones de vida. Incluso si no se lleva una materia en específico que trate con los temas financieros, se enseña de otras formas; por ejemplo, cuando se organizan eventos para apoyar ciertas causas o cuando participan en actividades como cooperativas, kermeses, ferias, etcétera.
Medios de comunicación: Lo que los niños ven en televisión, escuchan en radio o experimentan en Internet, condiciona también su aprendizaje financiero. Por ello, es conveniente estar al tanto de los ejemplos que los medios masivos transmiten sobre el tema.

Hablemos ahora del cuándo.

La educación financiera comienza a adquirirse desde la infancia. Es en este periodo de la vida cuando los seres humanos somos más receptivos al aprendizaje, en particular al inconsciente (que es el más duradero), por lo que resulta conveniente dar una buena educación en cuanto al manejo de los recursos económicos a los hijos desde que son niños.

Claro, no se trata de abrumarlos con conceptos, número y términos que les resulten aburridos, por el contrario, hay que abordar esos temas de forma casual y enseñarles con el ejemplo. De nada sirve hablar de finanzas y de la necesidad de construir y cuidar el patrimonio, si se actúa de manera contraria no controlando las deudas y realizando gastos superficiales, no planeados.

Para iniciar la educación financiera desde temprano, se puede empezar por metas de ahorro más generales y demostrar que el dinero debe cuidarse y no desperdiciarse o gastarse en lo primero que se desea.

Fuente: Finanzas Prácticas