Cuando se pierde un empleo es muy común caer en la autoconmiseración por un tiempo. Pero por bien que se sienta tomarse un tiempo de descanso merecido, cuanto antes se supere la pena y se vuelva al yugo será mejor para la carrera profesional.
La siguiente es una lista de sugerencias —pero crucial— para que cualquiera que haya sido despedido puede realizar.
Reconozca sus emociones y siga adelante.
Inmediatamente después de que lo despidan puede sentir varias emociones: pánico por quedarse sin un ingreso fijo, entusiasmo al abrazar la vida sin una rutina fija, ira al reflexionar sobre las largas horas que dedicó a su trabajo y la lista sigue. En vez de quedarse atrapado por ellas, reconozca que son todas normales. Pero entonces, siga adelante y concéntrese en el futuro.
Si se encuentra solo y en dificultades unirse a un grupo o hablar con un profesional puede reconfortarlo y alentarlo y ayudarlo a controlar las emociones negativas.
Cuéntele a todos (sí, incluso a desconocidos).
Es posible que se haya hundido su autoestima y decir «estoy desocupado» en voz alta lo hace mucho más real y devastador. Aunque puede sentir la tentación de mantener su status en secreto, los amigos y familiares no pueden ayudar si no son conscientes del hecho. Hacer saber a la gente que está disponible para nuevas oportunidades es el primer paso para que despegue su búsqueda de empleo.
La red de contactos es un factor clave cuando de buscar trabajo se trata.
Cuando hable de ello, concéntrese en lo que quiere hacer a continuación en vez de en lo sucedido. Por ejemplo: «Recientemente perdí el empleo en tal compañía y lo que más extraño es trabajar con clientes. Por lo que estoy buscando un trabajo con clientes en una compañía mediana», suena mucho mejor que «me despidieron porque mi CEO no sabe hacer presupuestos y no sé cómo pagaré al alquiler. Honestamente en este momento haría cualquier cosa que no sea horrible».
Controle sus finanzas y cree un presupuesto.
Este consejo sirve también para cuando se tiene trabajo, ya que permite ahorrar e ir generando un fondo al que recurrir en situaciones de emergencia.
Hablar de dinero es incómodo. Pero el conocimiento es poder. Sepa exactamente con cuánto cuenta de modo de no acumular deuda en el momento que menos puede afrontarla. La diferencia entre el sueldo que perdió y lo que recibe como indemnización o seguro de desempleo determinará si tiene que ajustar sus gastos y cuánto.
Cuando uno se ve forzado a detenerse y analizar sus finanzas, se advierte que tiene que hacer algunos cambios. Comenzar con una cantidad de pequeños recortes, es una de las claves. Hacer esto no sólo le hará sentir que está evitando que empeore una mala situación.
Invierta en su desarrollo personal.
Puede parecer que va en contra de lo que dicta la intuición gastar dinero cuando está entrando poco, pero recuerde que «el dinero llama al dinero» y que la inversión que uno más conoce es hacerlo en uno mismo. Si inscribirse en uno o dos cursos la harán más vendible y puede pagarlo, hágalo. También hay opciones gratuitas. Además, cuando llegue el momento de una entrevista laboral, el posible empleador valorará que haya sido proactivo.
«No es lo mismo presentar un curriculum vitae en el que se muestra que se utilizó el tiempo forzadamente libre para continuar capacitándose; adicionalmente el tomar cursos, el volver a la universidad, nos amplía nuestra red de contactos y por tanto también posibles oportunidades laborales», señaló a El País la senior manager de PwC, Geraldine Delfino.
«La formación constante es una buena herramienta que permite seguir en desarrollo sobre todo porque hoy el mundo es muy dinámico, muy cambiante, las nuevas tecnologías para los trabajos son algo muy requerido», dijo Manuel Alonso, consultor senior de Selección de Personal de Adecco Uruguay.
La opción de mejorar en la parte de idiomas es otra de las claves para «invertir en uno mismo». Según la coordinadora de Smart Talent (portal laboral de Uruguay XXI), Viviana Martínez «manejar inglés y portugués, fundamentalmente inglés está siendo un aspecto crítico para conseguir el empleo. Poder aprender otros idiomas, cosas que cuando uno está en actividad es imposible y que puede aprovechar cuando está sin empleo» es una buena opción.
Actualice el CV.
Al momento de buscar empleo, es hora de actualizar el curriculum vitae. Aquí aplica la máxima «lo bueno, si es breve, es dos veces bueno». Es decir, sumar páginas y páginas de cursos que se han realizado, no necesariamente será positivo para obtener ese empleo que busca. Adaptar el CV a la demanda laboral (incluyendo capacitaciones o habilidades específicas para ese empleo que se postula) es un aspecto a tener en cuenta. El otro, es incluir todo aquello que muestre trabajo en equipo (por más irrelevante que parezca, si práctica deporte en equipo, en una liga, puede ayudar).
Además, si necesita ayuda mejorando su curriculum vitae o podría beneficiarse con la guía de un asesor, considere el costo un pago anticipado por su futuro éxito.
Prepare su narrativa.
Usted querrá dejar atrás el tema de su despido, pero va a aparecer en una futura entrevista laboral. Arme una narrativa honesta pero profesional y practíquela mucho. Cada vez que menciona en entrevistas que su anterior empleador había reestructurado, suele haber una reacción comprensiva.
Muchas veces, luego de que se terminara el shock inicial, se logra reconocer que no encajaba en el empleo perdido o que se quedó en él mucho más de lo que debía porque parecía la opción más simple y necesitaba los beneficios.
Con el tiempo se empiezan a ver los despidos como nuevas oportunidades para lograr algo mejor. Por lo que, aunque por un tiempo puede querer retroceder y reconfortarse con la comida o mirando series y películas, lo mejor que puede hacer es catapultarse de vuelta a la arena de su carrera.
Capacitarse sin costo alguno en varias áreas
«Una posibilidad para cuando se está desocupado es acudir al Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) que tiene una variada gama de cursos. Se puede acceder cobrando seguro de desempleo como no, e incluso si se trabaja en la informalidad (es decir no se hacen aportes a la seguridad social). Si se está cobrando el seguro, no importa la causal, puede acudir al Inefop, mediante una llamada previa al 0800-8764 (línea gratuita) de 9 a 18 horas.
En los otros casos, también pero se exige ser mayor de 15 años, tener Primaria completa, y así podrá postularse, mediante una llamada al 0800-8786 de 9 a 18 horas, para ser tenido en cuenta para futuras capacitaciones. En cualquiera de los dos casos, las personas no deben pagar por los cursos. El costo del curso, los materiales y los boletos para asistir, se pagan con el Fondo de Reconversión Laboral (FRL), al que el trabajador aporta (también lo hace el empleador y el Estado) cuando está activo. En promedio, los cursos que dicta el Inefop tienen una carga horaria de 120 horas, equivalente a tres o cuatro meses. Se entrega un certificado cuando se aprueba el curso y hay variadas áreas de capacitación como ventas, gastronomía, logística, construcción, programación, entre otras.
Fuente: Negocios