CÓMO DEJAR DE SER COMPRADOR COMPULSIVO

Sabes que tienes un pequeño (o no tan pequeño) problema cuando abres tu closet o llegas a tu “rincón” y te encuentras con que no has usado en meses nada de lo que ha comprado. Saliste un día con las ganas de traer solo un par de cosas nuevas, y regresaste con bolsas y bolsas… Esa es una situación común para un comprador compulsivo, pero hay más. La compra compulsiva es una adicción tan real como el alcoholismo, el juego o las drogas, así que debes tratarla cuanto antes.

¿Cómo identificar ser un comprador compulsivo?

Aquí tienes algunas preguntas que te ayudarán a identificar si tú o alguien que conoces padecen de esta condición:

  • Deseo de comprar cosas cuando estás decepcionado, enojado o asustado.
  • Tus hábitos de compra te traen problemas y conflictos emocionales.
  • Tienes discusiones con otros sobre tu hábitos y cómo usas tu dinero y escondes o mientes sobre ello.
  • Te sientes perdido sin tarjetas de crédito y compras cosas con ella aunque no tengas el efectivo para hacerlo.
  • Gastar te causa tanto euforia como ansiedad.
  • Comprar se siente como algo emocionante, pero a la vez prohibido.
  • No usas lo que compras y te sientes culpable por haber comprado cosas.
  • Pensar excesivamente sobre dinero.

Si te encontraste identificado con alguna de estas situaciones, tal vez seas un comprador compulsivo, o empieces a mostrar tendencias. Lee el resto del artículo para prevenirlo o solucionarlo.

¿Cómo dejar de ser un comprador compulsivo?

Como con cualquier adicción, necesitarás fuerza de voluntad, conseguir influencias positivas y eliminar las malas, y sobretodo, cambiar tu ecosistema para que el cambio se vuelva automático. Aquí hay algunas cosas que debes hacer:

Pagar solo con efectivo. Cancela todas tus tarjetas de crédito menos una que usarás para emergencias, y utiliza siempre el efectivo que tengas a la mano.

Hacer una lista de compras antes de salir. Tómalo como una misión: cuando necesites algo, apuntalo y haz el reto de regresar a tu casa lo más rápido posible, consiguiendo solamente lo que buscabas.

Evita los desencadenadores de compra. La publicidad en televisión o las tiendas en línea son desencadenadores comunes. Busca el tuyo y bloquéalo, aléjate de él o elimínalo por completo.

Planea salir a comprar después de que las tiendas han cerrado, o deja tu cartera en la casa. Así podrás ver qué cosas puedes comprar, pero no estarás tentada a hacerlo en el momento porque no podrás. Así tendrás tiempo de regresar a tu casa y consultar la compra con tu presupuesto.

Sustituye ese comportamiento por otro cuando surja la necesidad de comprar. Así como recomiendan a los fumadores comer una manzana en lugar de recurrir al cigarrillo, busca alguna actividad que te ayude a liberar la tensión que sientes como ir a un parque, ejercitarte o ser voluntario para alguna causa.

Maneja las emociones desagradables sin recurrir a comprar para sentirte mejor. Pregúntate qué es lo que desencadena la necesidad de comprar. ¿Qué cosas te están causando conflictos emocionales? En lugar de distraerte con compras, busca solucionar esos conflictos llegando a la raíz del problema y tratándola directamente.

Poco a poco.

Comprar compulsivamente es una adicción, así que deberás tenerte paciencia y comprensión. Si necesitas apoyo en algunos momentos de flaqueza, llama a un amigo o persona en que confíes que te apoyará sin juzgarte, e incluso busca ayuda profesional individual o en grupo. Aunque no parezca muy atractivo, compartir tu problema con alguien que también lo padece será como poner un «curita» a tu lastimada alma. Inténtalo, cuando trates tus problemas de compra compulsiva, podrás vivir plenamente y disfrutarás más las cosas que esta vida tiene por ofrecer.

Fuente: BlogFinanzas