En esta vida siempre existirán polos opuestos, dos caminos que te pueden llevar por vidas completamente diferentes.
Y nada tan evidente o tan determinante para nuestra salud económica que el ahorrador y el deudor.
- El deudor siempre comprará por capricho, pensará en ése momento, en ése día, y a veces en la semana. El ahorrador siempre se detendrá antes de comprar, analizará la mejor oferta, si le conviene y cuál será su beneficio a largo plazo.
- El ahorrador siempre tendrá presupuestos listos y en mente. El deudor probablemente ya se haya gastado toda su quincena e incluso usado la tarjeta de crédito.
- El deudor vive en un ciclo de endeudo “temporal”, no le importa gastar más o pedir prestado para satisfacer sus caprichos. El ahorrador puede comprar y gastar sin endeudarse o quedarse sin dinero.
- El ahorrador tiene planes a futuro asegurados, sabe que llegará el momento en el que tenga más de 60 años y necesite dinero para mantenerse. El deudor piensa que es Peter Pan y falta mucho para que tenga 60 años. Prefiere gastar su dinero hoy porque mañana no sabe si podrá.
- El deudor es impaciente y con gran sentido de inmediatez, le gusta ver las cosas en ese momento no le importa si no están bien hechas. El ahorrador es paciente y no tiene problemas con no recibir la recompensa inmediatamente porque sabe que se trata de calidad no de rapidez.
Para este momento ya te habrás dado cuenta qué bando representas o por lo menos por cual te inclinas más, por eso aqui tienes algunos consejos que puedes poner en práctica:
- Paga tus deudas antes de comenzar a ahorrar
- Empieza por liquidar las más pequeñas y luego ataca con todo a las grandes
- Haz un presupuesto de tus gastos
- Reduce y recorta gastos innecesarios
- Procura ahorrar de un 15 a un 20% de tu sueldo
- Ahorra mientras inviertes
Fuente: Piggo
