Ser dueño(a) de un negocio pequeño es un reto, pero hay seis tips que harán que el camino sea más fácil:
1. Sigue tu pasión y no la dejes ir.
Tu negocio probablemente salió de algo que te apasiona, pero con el tiempo, el día a día del negocio hará más difícil mantener esa pasión viva. Aliméntala todos los días al recordarte por qué lo iniciaste. Asegúrate de enamorarte de un problema, no de la solución. Si la primera medida no funciona, recuerda lo que te apasiona para encontrar otra solución para tu cliente.
2. El dinero es el rey.
Tener un negocio es un arte y una ciencia. El arte es tu pasión. La ciencia es tu modelo de negocios. Asegúrate de entender tu modelo de negocios, no es algo que le puedas pasar a alguien más. Saber cuándo el dinero entra y sale es esencial para el éxito. Si sabes cómo funciona el negocio, puedes celebrar tu éxito o planear obtener más dinero.
3. Contrata inteligentemente.
Contratar a un equipo es emocionante, pero da miedo. Tómate tu tiempo para elegir a las personas correctas para el trabajo. Despídelas rápido si no hacen las cosas bien. Como dueña de un negocio pequeño, puedes hacer cualquier cosa, ¡pero no puedes hacerlo todo! Las personas que contratas deben amar lo que tú odias hacer para que puedas enfocarte en tu sueño y evangelices tu pasión.
4. Comunícate con tus socios.
Esta es una gran forma de atraer talento complementario para hacer crecer el negocio, pero juntos, como en un matrimonio, es crítico que sepas comunicar tus valores y expectativas.
Crea un “acuerdo prenupcial” del negocio. Como en cualquier relación, ten citas por las noches y recuerden por qué iniciaron ese negocio juntos/as en primer lugar. Puedes usar esta oportunidad para tener una lluvia de ideas o hablar de problemas de una forma menos estresante.
5. Protégete de lo inesperado.
Piensa acerca de los obstáculos con los que te puedes atravesar. Espera lo mejor, pero prepárate para esos tropiezos. Es normal que pasen cosas que no puedes controlar. Haz lo que puedas para protegerte. Aplica sistemas y procesos en tu negocio para que puedas tener vacaciones o tiempo con tus hijos. Asegúrate de que las cosas no se salgan de control si tú no estás presenre. Respétate lo suficiente como para asegurarte de que puedas cuidar de ti fuera del negocio.
6. La responsabilidad es tuya pero… ¡No tienes que hacerlo solo/a!
Como jefe, puede ser solitario tomar todas las decisiones. Pide ayuda. No todos tienen el coraje de iniciar un negocio, pero la mayoría de las personas querrán ayudarte. Aprende de otros emprendedores. Los que tienen algunos años de experiencia pueden darte muy buenos consejos. Alguien que acaba de empezar puede darte energía e ideas creativas. El mejor consejo que he recibido es de otros emprendedores.
Tener tu propio negocio es una de las aventuras más emocionantes y retadoras que tendrás. Cuídate mientras estableces el tono y la cultura empresarial. Protégete para asegurarte de que el negocio sobreviva las altas y bajas. Tómate el tiempo para planearlo para que puedas seguir haciendo lo que amas.
Fuente: Leslie Barber