El fracaso es parte del camino del éxito, no debemos rehuirle ni temerle pues es a partir de los fracasos en nuestros emprendimientos en donde aprenderemos más y nos volveremos más inteligentes en cuanto a los negocios.
Hay tantos pasos involucrados en comenzar un negocio, es fácil perderse un poco en el camino. Todo el mundo comete errores, pero cuando se trata de su puesta en marcha, incluso los descuidos aparentemente inofensivos podrían costarle mucho a la larga.
El entorno empresarial en constante cambio está plagado de trampas, y como los mercados se llenan cada vez más, la recuperación incluso de los errores más comunes puede ser difícil.
La falta de fronteras distinguibles ha convertido el mercado moderno en una frontera de estilo del salvaje oeste. La movilidad digital ha cambiado la forma en que las empresas administran el tiempo y las personas. La competencia, siempre feroz en ciertos sectores, se ha extendido a prácticamente todas las industrias, haciendo que las innovaciones en tecnología y metodología sean más importantes que nunca.
Estos nuevos desafíos ejercen una enorme presión sobre las empresas emergentes y ponen la responsabilidad en las nuevas empresas para observar cada paso que dan con un ojo paranoico. Estos son los peores errores de puesta en marcha que puede cometer al iniciar su negocio por primera vez.
1. Tratando su negocio como un cajero automático.
Hay una razón por la cual este error es el primero en la lista: es uno de los más comunes. Cuando una empresa comienza a ver devoluciones, el efectivo puede ser algo hermoso. La tendencia natural es aprovechar el flujo y justificar los retiros como «ganancias». Si bien se necesita dinero para ganar dinero, la asignación de fondos requiere disciplina y autocontrol. Toma lo que sea necesario para pagar las cuentas, pero guarda el resto. El alquiler de oficinas, los equipos nuevos y los muebles de oficina suelen ser las primeras áreas en las que las nuevas empresas gastan demasiado.
2. Subprecio de sus productos o servicios.
La mayoría de los asesores comerciales le dirán que este es el mayor error que pueden cometer las nuevas empresas. A menudo, los dueños de negocios no comprenden el valor de sus productos o servicios y su precio es bajo para atraer clientes. Los problemas aparecen más tarde cuando la carga de trabajo no justifica el ingreso y los precios tienen que subir o el negocio tiene que retirarse.
3. Permitir el deslizamiento del alcance.
A ningún empresario le gusta rechazar a un nuevo cliente, y es natural hacer todo lo posible para mantener uno existente. A veces, sin embargo, el alcance de un proyecto o acuerdo puede exceder los parámetros de lo que su negocio hace bien. Las empresas de retención luchan con esto todo el tiempo: los proyectos se hacen más grandes, pero los cheques de pago siguen siendo los mismos. En muchos sentidos, esto vuelve a la bajada de precios, pero a veces se reduce a tener una conversación franca con su cliente o cliente sobre los costos adicionales. Es posible que se sorprenda al saber que sus clientes aprecian su trabajo y no les importa pagar más por un valor agregado.
4. Elegir la estructura corporativa incorrecta.
Una de las decisiones más importantes que puede tomar una empresa joven es determinar qué tipo de estructura empresarial elegir. La estructura es profundamente importante para la operación de una empresa, y elegir imprudentemente puede tener un efecto perjudicial no solo en las relaciones organizacionales y las funciones de trabajo, sino también en las cargas impositivas y los pasivos de los activos. Cada estructura corporativa – LLC, LLP, S-Corp, C-Corp, Close Corp, Public Benefit Corp, etc. – tiene claras ventajas e inconvenientes. Póngase en contacto con un consultor profesional de entidades comerciales para aprender a navegar por las clasificaciones corporativas y encontrar la correcta para su tipo de negocio.
5. No refina su modelo de negocio o flujo de trabajo.
La capacidad de adaptación es una habilidad altamente subestimada para los empresarios, sin embargo, es una de las más importantes. Acomodar los cambios en las fuerzas del mercado, comprender y reaccionar a las tendencias de comportamiento de los consumidores, y trabajar incansablemente para hacer que los procesos internos sean más eficientes puede tener el efecto colateral de convertir un negocio rentable en un titán de la industria. No se ponga a la defensiva cuando los clientes o colegas critiquen sus métodos o prácticas comerciales. En su lugar, use esos comentarios para perfeccionar su modelo de negocio y desarrollar un flujo de trabajo más sólido.
Construir un negocio requiere disciplina, diligencia y autoevaluación constante. Ningún negocio hace todo bien, pero aprender de sus errores, o mejor aún, evitarlos tanto como sea posible, puede asegurar su éxito personal y la salud a largo plazo de su floreciente negocio.