1. Empieza a ser más ahorrativo:
Toda fortuna empieza gastando menos de lo que ganamos. Así de sencillo. Así que empieza comprendiendo cómo compras y en qué situación te pone cada vez que lo haces. Ahora dale la vuelta, nadie quiere que dejes de disfrutar de tu dinero, sólo vuélvete más selectivo y trata de que esos gastos sean también inversiones.
2. Busca nuevas formas de ingresos:
Si piensas que con tu sueldo vas alcanzar la vida de tus sueños, es momento que des un paso atrás y empezar a buscar formas nuevas de conseguir ingresos que te ayuden a avanzar más rápido. En una de esas dejas tu oficina y te dedicas a hacer tus otros negocios.
3. Invierte no sólo ahorres:
Crear una fortuna no se trata sólo de reunir cierta cantidad de dinero, si no de hacer que produzca más y la mejor manera es invertir. No pierdas de vista que las personas que logran formar grandes fortunas son inversionistas, no ahorradores.
4. Deja de trabajar para que alguien más se haga rico:
Explota tus talentos para que llegues más allá. Así que empieza a poner límites. Si hablamos de eso de “darlo todo porque un día ya verán”. Haz tu parte como se debe, pero pon tu pasión en lograr tus sueños.
5. Establece metas diarias:
Fijar metas siempre es complicado y si son a muy largo plazo pues ni te cuento. Si tienes problema con ello, empieza poco a poco. Establece logros diarios para que te des cuenta de que sí puedes. Y también si no los logras, trata de documentar el proceso, así descubrirás en que te estás atorando.
Fuente: Piggo