El ahorro es la base de una buena salud financiera porque sirve para enfrentar imprevistos, cumplir metas y sueños y para invertir en tu patrimonio personal o familiar. Requiere planificación y disciplina, pero no será imposible si sigues estos consejos.
- Haz un presupuesto real y detallado de ingresos y gastos para que sepas cuánto ganas y cuánto gastas. Toma en cuenta gastos básicos, gastos no básicos, deudas y gastos eventuales que no se hacen todos los meses.
- Antes de comprar un producto o servicio, distingue si es una necesidad o un deseo para evitar gastos innecesarios. Las necesidades son básicas para la supervivencia. Los deseos son cosas que se quieren y que se pueden posponer o reducir. Recuerda que no es necesario negarse “gustos” sino establecer prioridades y dar relevancia a lo que realmente merece.
- Establece metas claras, medibles y cumplibles para ahorrar y así alcanzar lo que buscas. Las puedes fijar en corto, mediano y largo plazo, para medirlas en meses, trimestres, años, etc.
- Elige un producto financiero para ahorrar, dependiendo del monto y el plazo que definas. Puedes elegir entre las cuentas de ahorro, el ahorro programado o los certificados de depósito, según sus características:
- Cuenta de ahorro. Permite guardar el dinero con la flexibilidad de disponer de él en cualquier momento. El monto del depósito inicial es pequeño.
- Ahorro programado. Permite guardar una cantidad fija cada mes, que es debitada automáticamente por el banco. El dinero ganará interés durante el plazo de ahorro pactado.
- Certificado de depósito. Permite ahorrar a través del depósito de una cantidad de dinero a un plazo fijo. La cantidad mínima la define el banco y el plazo mínimo son 31 días. Al finalizar el tiempo, puedes disponer del dinero más su interés.
Fuente: Finanzas personales